La fisioterapia, un aliado del dolor menstrual

¿Sufres de cólicos o dolores menstruales? El dolor menstrual, clínicamente conocido como dismenorrea, es un padecimiento común en la mujer. A nivel mundial aproximadamente un 90% de la población femenina lo padece, sin embargo no debe normalizarse. Desde tiempos remotos se han utilizado remedios como tratamiento, y la evidencia actual ha propuesto nuevos tratamientos que han demostrado efectos basados en evidencia, duraderos y de bajo costo, como la fisioterapia.  

La dismenorrea se define como la presencia de dolores menstruales de origen uterino (1), aparecen al comienzo, durante o al finalizar el ciclo menstrual. Representan una de las causas más comunes de dolor pélvico (2). También se describe con el término de “cólicos menstruales” (1).

Clasificación

Con base en la fisiopatología, se ha clasificado en dismenorrea primaria y secundaria. La primaria, se refiere a la presencia de dolor pélvico recurrente asociado a la menstruación. Ocurre cerca del inicio o durante la menstruación y puede acompañarse de síntomas como náuseas, vómitos, diarrea, fatiga e insomnio. La secundaria se refiere a la presencia de dolor pélvico que es causado por una patología o cualquier desorden que se pueda determinar como responsable de los síntomas de dolor (2)

Patogenia

La etiología de la dismenorrea se basa principalmente en la sobreproducción del cuerpo de prostaglandinas y leucotrienos, ambos mediadores de la inflamación, responsables de contracciones del útero y disminución del flujo sanguíneo. Se cree que las concentraciones elevadas de prostaglandinas vasoactivas (que provocan que los vasos sanguíneos se abran) en el endometrio inducen a un estado de hipercontractilidad (contracción aumentada) de la capa muscular del útero, llevando a disminución de sangre y oxigeno del músculo uterino. 

Todas las mujeres tienen niveles altos de prostaglandinas durante la fase lútea, tiempo entre la ovulación y la menstruacion. Las mujeres dismenorreicas, tienen un mayor número de prostaglandinas pudiendo llegar incluso al doble. Hay nueve tipos de prostaglandinas, siendo la PGE2 y la PGF2a las más implicadas en la dismenorrea primaria. La intensidad de los dolores menstruales y de los síntomas están relacionados a la cantidad de PGF2a (2)

Factores de riesgo

Incluyen la corta edad (<20 años), flujo menstrual abundante, primer periodo menstrual (menarca) antes de los 12 años; flujo que dure más de 7 días y la historia familiar. Fumar, bajo consumo de pescado, índice de masa corporal <20 y el consumo de cafeína se consideran factores de riesgo modificables. En otros estudios se catalogan el abuso sexual y la infertilidad (12). Hay evidencia que la depresión y ansiedad tienen una asociación a dolores crónicos (2).

Tratamiento con fisioterapia

Ejercicio terapéutico: El mejor aliado

Se ha enseñado que cuando hay presencia de dolor menstrual, lo mejor es guardar reposo. Contrario a ello, ha sido demostrado que el ejercicio ayuda a disminuir el dolor y mejorar calidad de vida, inclusive abandonando fármacos analgésicos. 

De acuerdo a una revisión bibliográfica realizada por Idoate D, el ejercicio terapéutico ha obtenido buenos resultados. Basado principalmente en ejercicio aeróbico (ejercicio de baja y mediana intensidad por periodos largos de tiempo, como trotar, correr, nadar, etc.) y estiramientos de la musculatura abdominal y pélvica. A mayor duración del tratamiento, mejores resultados se obtuvieron (3)

¿Por qué el ejercicio mejoró la condición?

El ciclo menstrual se caracteriza por cambios en la intensidad de secreción de hormonas femeninas (estrógenos y progesterona). Se ha observado que con el ejercicio hay aumento de los niveles hormonales, incluso de las endorfinas, “hormonas de la felicidad”. Las hormonas vuelven a sus niveles normales después del reposo, pero cuando el ejercicio es de alta intensidad, de larga duración o las sesiones son frecuentes, los niveles de dichas hormonas permanecen aumentados y producen cambios en los ciclos menstruales (1).

Una sesión de 50 minutos de ejercicio, no solo disminuye la intensidad del dolor sino que después de 3 meses, mejoran los síntomas asociados a la dismenorrea primaria (dolor de abdomen, espalda, senos y de cabeza, hinchazón, irritabilidad, depresión, desordenes gastrointestinales y acumulación de líquidos en piernas) (4).

TENS

La revisión bibliográfica realizada por Reyes S. (4) encontró 3 estudios que afirman que el empleo de electroterapia (uso de corriente eléctrica con fines terapéuticos), con estimulación eléctrica transcutánea (TENS) empleada como único tratamiento o empleando termoterapia (compresas caliente), mejora la intensidad de dolor. La colocación constó en 10 minutos de TENS seguido de 20 minutos de compresa caliente (37°C- 40°C).

MASOTERAPIA

En algunos artículos utilizaron la técnica de masoterapia (masaje), demostrando que el empleo de aceites aromáticos, gracias a sus propiedades, mejoran y aumentan la duración de los efectos beneficiosos. Asimismo se advirtió una disminución importante del dolor, al emplear masaje superficial con posterior masaje profundo (4).

Además resultó interesante un ensayo clínico realizado por Fallah et. al. (5) quienes dividieron a su población en cuatro grupos, aplicando programas de fisioterapia durante 8 semanas. En el grupo que se realizó masaje, hubo una reducción en la cantidad de sangrado, y en un grupo que realizó estiramientos, hubo reducción de duración de la menstruación y de sangrado. 

KINESIOTAPING

Tras emplear la técnica kinesiotaping (vendaje que usa cintas adhesivas), se ha obtenido disminución del dolor abdominal, lumbar y piernas (4).  El vendaje es colocado en ombligo, pubis y en zona lumbar, este se mantiene durante 4 o 5 días.

PUNCIÓN SECA

A pesar de la evidencia limitada sobre la eficacia de la punción seca para disminuir el dolor menstrual. Gaubecca G, et al. (6) realizaron un ensayo clínico para evaluar la efectividad de la punción seca, que consistió en la introducción de agujas de acupuntura en el músculo que desencadenaría contracciones y posterior relajación muscular. La técnica se aplicó en el músculo recto abdominal (abdomen). Mostrando una mejora significativa en la reducción del dolor y disminuyendo la ingesta de medicamentos analgésicos.

El uso de fisioterapia como alternativa farmacológica para tratar la dismenorrea primaria, parece ser una opción. Sin embargo hacen falta estudios que demuestren la eficacia de las técnicas empleadas, sin dejar a un lado que el ejercicio hasta la fecha sigue siendo el mejor aliado para tratar cualquier tipo de dolor.

Referencias

  1. Ortiz MI. Eficacia de un programa fisioterapéutico para la atención de dismenorrea primaria. Rev Mex Invest Cult Fisic Dep. 2014; 9 (1): 3-18.
  2. Garro V, Thuel M, y Robles V. Dismenorrea primaria en las adolescentes: manejo en la atención primaria. Rev Med Sin [internet]. 2019 [18 jul 2021]; 4(11): 2–14. Disponible en: https://revistamedicasinergia.com/index.php/rms/article/download/296/643?inline=1 
  3. Idoate D. Efectividad de las técnicas de fisioterapia en el tratamiento de la dismenorrea [pregrado] [internet]. Salamanca: Escuela universitaria de Enfermería y Fisioterapia; 2019 [18 jul 2021]. Disponible en: https://gredos.usal.es/bitstream/handle/10366/139708/TFG_IdoateJimenez_EfectividadFisioterapiaDismenorrea.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  4. Reyes S. Tratamiento fisioterapéutico en la dismenorrea primaria [pregrado] [internet]. España: Universidad de Cádiz, Facultad de Enfermería y Fisioterapia. 2018: [18 jul 2021]. Disponible en: https://www.fisiofocus.com/es/beca-tfg/img/tfg/Sara%20Reyes%20Fornell_Tratamiento%20fisioterapeutico%20en%20la%20dismenorrea%20primaria.pdf
  5. Fallah F, Mirfeizi M. How is the quality and quantity of primary dysmenorrhea affected by physical exercises? A study among Iranian students. International Journal of Women’s Health and Reproduction Sciences. 2018; 6 (1): 60-6.
  6. Gaubeca A, Fernández C, Medina JR, Seoane JM, Company A, Cleland JA, et al. Effectiveness of dry needling of rectus abdominis trigger points for the treatment of primary dysmenorrhoea: a randomised parallel-group trial. Acupunct Med. 2018; 36 (5): 302-10.

 

Viridiana Hernández Espinosa

Viridiana Hernández Espinosa

Lic. Terapia Física

Escrito por: Viridiana Hernández Espinosa

Licenciada en Terapia Física, egresada de la Universidad Autónoma del Estado de México.

Especialista en fisioterapia neurológica pediátrica, ortopédica y dermatofuncional. 

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